Para subir cerros hay tres ítems fundamentales: el equipamiento, la comida, el tiempo y conocer la ruta por dónde se irá. Cuando hacemos actividad física de mediana o alta intensidad como el senderismo o trekking en los cerros necesitamos la energía que nos aportan determinados alimentos como los almidones: cereales como el trigo, arroz; sus harinas en alimentos como fideos; las legumbres como porotos, garbanzo; y verduras como las papas, batatas, choclos.
Para salir de paseo por los senderos que seducen cada vez más a los tucumanos, no solo debemos llevar los alimentos idóneos sino también asegurarnos de que estos permanecerán en perfecto estado durante todo el trayecto. Por eso es importante llevarlos en contenedores herméticos y al agua, en termos que mantengan su frescura.
Ligereza y funcionalidad
Planificar la alimentación durante un trekking es igual de importante que contar con la ropa adecuada (short, pantalón largo, remera y buzo) como diseñar el itinerario idóneo. Debemos combinar la nutrición, la ligereza y la funcionalidad para tener siempre la energía necesaria para disfrutar del paseo.
Debido a que el cuerpo humano tiene una gran proporción de agua esta bebida es una de las imprescindibles a llevar en cada paseo.
“No es necesario consumir bebidas deportivas, vitaminadas ni gaseosas, lo que no quiere decir que no se puedan consumir con moderación”, indicó Silvio D. Schraier, médico especialista en nutrición y diabetes.
“Hay que recordar que la sensación de sed es tardía, es decir, nuestro cuerpo necesita agua mucho antes de sentir sed por lo que conviene, cuando hacemos actividades físicas al aire libre, ir hidratándonos con sorbos frecuentes de agua”, agregó el profesional.
La típica vianda que uno lleva de paseo incluye agua, sándwiches, fruta o frutos secos. “Las viandas con frutas frescas son ideales. Por ejemplo, la controvertida banana es fácil de transportar, de pelar y de consumir. Un sándwich con alguna carne fría feteada y una buena cantidad de vegetales como tomate también sería útil”, explicó Schraier, y agregó: “los frutos secos son fuente de energía y de fibra, con lo que es posible consumirlos”.
El especialista y vicedirector de la Especialización en Nutrición en la IUCS, Fundación Barceló, subrayó que no hay alimentos prohibidos. “Tratamos de evitar el concepto de alimentos ‘prohibidos’, pero sugerimos minimizar el consumo de golosinas, harinas refinadas en bollería (facturas), galletitas (dulces o saladas). En general, entran en la categoría de alimentos ultraprocesados. El chocolate con 70-80% de cacao, ocupa el lugar de un alimento posible de consumir; su composición brinda una sensación placentera de bienestar”.
Compensar el desgaste
La variedad de alimentos que llevemos compensarán nuestro desgaste físico, por eso es importante contar con ellos. Los frutos secos nos devuelven energía gracias a sus proteínas, minerales y nutrientes sumado a que son fáciles de llevar y apetitosos. Las barras de cereales son cómodas para trasladar y podemos consumirlas sin detener nuestra actividad.
Los embutidos nos aportan muchísima energía y se transportan bien. Los copos o harina de avena aportan hidratos de carbono que pueden consumirse en el desayuno, especialmente cuando los combinamos con leche.
Por último, es imprescindible contar con determinados alimentos como vegetales y frutas que son fuente de vitaminas, minerales, fibra y agua; panes integrales y cereales inflados sin azúcar que aportan energía a nuestro cuerpo. “Un huevo duro o carne fría o un trozo de queso también es una fuente de proteínas de alto valor biológico”, concluyó el especialista.